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jueves, 26 de enero de 2012

El sábado: preguntas y respuestas. Por Doug Batchelor


El sábado: preguntas y respuestas. 1/2


El sábado: preguntas y respuestas. 2/2


Creencias Fundamentales / 19. El sábado.

El benéfico Creador descansó el séptimo día después de los seis días de la creación, e instituyó el sábado para todos los hombres como un monumento de su obra creadora. El cuarto mandamiento de la inmutable ley de Dios requiere la observancia del séptimo día como día de reposo, adoración y ministerio, en armonía con las enseñanzas y la práctica de Jesús, el Señor del sábado. El sábado es un día de agradable comunión con Dios y con nuestros hermanos. Es un símbolo de nuestra redención en Cristo, una señal de santificación, una demostración de nuestra lealtad y una anticipación de nuestro futuro eterno en el reino de Dios. El sábado es la señal perpetua de Dios del pacto eterno entre él y su pueblo. La gozosa observancia de este tiempo sagrado de tarde a tarde, de puesta de sol a puesta de sol, es una celebración de la obra creadora y redentora de Dios.

Génesis 2:1-3; Exodo 20:8-11; Lucas 4:16; Isaias 56:5-6; 58:13-14; Mateo 12:1-12; Exodo 31:13-17; Ezequiel 20:12, 20; Hebreos 4:1-11; Deuteronomio 5:12-15; Levítico 23:32; Marcos 1:32





Autor: Doug Batchelor (1957-) evangelista, escritor y pastor Adventista del Séptimo Día. Director de "Amazing Facts", un ministerio mundial de radio y televisión (Sacramento, California). Presentador del programa semanal de televisión Amazing Facts Presents el cual es transmitido tanto por la red de televisión por cable de Estados Unidos como por distintas emisoras de televisión alrededor del mundo. También es anfitrión de un programa de radio de una hora titulado Bible Answers Live que es transmitido a través de más de cien estaciones de radio de Estados Unidos y por señal satelital alrededor del mundo. Pastor de la Iglesia Central de Sacramento. Doug es hijo del magnate de la aviación y filántropo de Florida George Batchelor y de la crítica de cine de Hollywood, actriz y compositora Ruth Batchelor. Pasó gran parte de su juventud buscando el propósito de su vida y mientras vivía en una caverna al sur de California, encontró una Biblia que finalmente cambió su vida.



- 02 octubre 2009


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lunes, 21 de marzo de 2011

La observancia del Sábado / Declaración Oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día

El sábado abarca nuestra total relación con Dios. Es una indicación de la acción de Dios en nuestro favor en el pasado, el presente, y el futuro. El protege la amistad del hombre con Dios y ofrece el tiempo esencial para el desarrollo de esa relación. El sábado aclara la relación entre Dios y la familia humana, porque señala a Dios como Creador en un momento cuando a los seres humanos les gustaría usurpar la posición de Dios en el universo.

En esta era materialista, el sábado señala a hombres y mujeres lo espiritual y personal. Las consecuencias de olvidar el sábado como un día santo son serias, ya que llevan a la distorsión y eventual destrucción de la relación del individuo con Dios.

Cuando se observa el sábado, se da un testimonio para los demás de lo que vendrá por confiar sólo en Dios como nuestro sustentador, como la base de nuestra salvación , y fundamento de nuestra esperanza en el futuro. Como tal, el sábado es una delicia porque hemos entrado en el descanso de Dios y hemos aceptado la invitación de tener comunión con ÉL. Cuando Dios pide recordar el día sábado, lo hace porque quiere que lo recordemos a ÉL.


► Principios y Teología de la Observancia del Sábado

• Naturaleza y Propósito del Sábado. El origen del sábado se encuentra en la misma creación (Gén. 2: 1-3). El sábado tiene significado como señal perpetua del pacto entre Dios y su pueblo, para que supiesen quién era Aquél que los había creado (Exo. 31: 17) y los santificaba (Exo. 31: 13; Ezeq. 20: 12), y conocieran que EL era su Señor y Dios (Ezeq. 20: 20).

• La Unicidad del Sábado. El sábado es una ocasión especial para adorar a Dios como Creador y Redentor, y como Señor de la vida con quien la familia humana se reunirá en su segunda venida. El mandamiento del sábado forma el centro de la ley moral como sello de la autoridad divina. Ya que este es un simbolo de la amante relación de Dios y sus hijos terrenales, los seres humanos están en la obligación de respetar este don en el sentido de que harán todo lo que esté en su poder para promover y participar de actividades que los ayuden a establecer y realzar una relación duradera con Dios. Por lo tanto, su pueblo se comprometerá sólo en aquellas actividades dirigidas a Dios y a sus semejantes, y no en aquellas que llevan a la gratificación e intereses personales.

• La universalidad del Sábado. La universalidad del sábado está arraigada en la Creación: por lo tanto sus privilegios y deberes son obligatorios para todas las naciones, sectores, o clases. (Ver Exo. 20:11, 23:12; Deut. 5:13: Isa. 56: 1-8) La observancia del sábado pertenece a todos los miembros del hogar, inclusive a los hijos; y se extiende aún "al extranjero que habita en medio de ti" (Exo. 20:10).

• Tiempo de Duración del Sábado. Información bíblica: El sábado comienza al final del sexto día de la semana y dura un día, de tarde a tarde (Gen. 1; Mar. 1:32). Este tiempo coincide con el horario de la puesta del sol. Es muy difícil lograr una clara demarcación del tiempo de la puesta del sol, la observancia del sábado comenzará al final del día, marcado por la disminución de la luz.

• Principios Orientadores para la Observancia del Sábado. A pesar de que la Biblia no trata directamente muchas de las preguntas específicas en relación a la observancia de sábado, nos ofrece principios generales que son aplicables en nuestros días (Ver Exo. 16:29; 20:8-11; 34:21; Isa. 58:13: Neh. 13:15-22).

"La ley prohíbe el trabajo secular en el día de reposo del Señor; debe cesar el trabajo con el cual nos ganamos la vida; ninguna labor que tenga por fin el placer mundanal o el provecho es lícita en ese día; pero como Dios abandonó su trabajo de creación y descansó el sábado y lo bendijo, el hombre ha de dejar las ocupaciones de su vida diaria, y consagrar esas horas sagradas al descanso sano, al culto y a las obras santas" (El Deseado de Todas las Gentes, p. 17 7).

Este concepto sin embargo, no es un apoyo para una inactividad total. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento nos invitan a atender las necesidades y aliviar los sufrimientos de los demás, porque el sábado es un buen día para todos, especialmente para los oprimidos y de baja posición (Exo. 23: 12; Mateo 12: 10-13; Marc. 2: 27; Luc. 13:11-17; Juan 9: 1-21).

A pesar de realizar buenas obras durante el sábado, éstas no deberían oscurecer la característica bíblica principal de la observancia del sábado, el descanso (Gén 2:1-3). Esto incluye tanto el descanso físico como el espiritual (Exo. 23:12) en Dios (Mat. 11: 28). El último lleva al observador del sábado a buscar la presencia y la comunión con Dios mediante la adoración (Isa. 48:13), tanto en la meditación tranquila (Mat. 12: 1-8) como en el culto público (Jer. 23: 32; 2 Reyes 4: 23, 11: 4-12; 1 Crón. 23:30; Isa.56: 1-8). Su objetivo es reconocer a Dios como Creador y Redentor (Gén. 2: 1-3; Deut. 5: 12-15), y está para compartirlos con la propia familia y la comunidad mayor (Isa. 56: 1-8).

• El Sábado y la Autoridad de la Palabra de Dios. Elena de White destaca el hecho de que el mandamiento del sábado es único, porque contiene el sello de la ley de Dios. Este es el único de los mandamientos que contiene tanto el nombre como el título del Legislador. Declara que es el Creador del cielo y de la tierra, y revela así el derecho que tiene para ser reverenciado y adorado sobre todos los demás. Aparte de este precepto, no hay nada en el Decálogo que muestre qué autoridad fue la que promulgó la ley (CS. pp. 504, 505).

El sábado es la señal que muestra al Creador como propietario y autoridad. Una observancia significativa del sábado indica, por lo tanto, que se acepta a Dios como Creador y Propietario y se reconoce su autoridad sobre toda la creación, incluyéndose a uno mismo. La observancia del sábado se basa en la autoridad de la Palabra de Dios. No existe otra razón lógica para ello.

Los seres humanos tienen la libertad de entrar en una relación con el Creador del universo como un amigo personal.

Es posible que los observadores del sábado tengan a veces que enfrentar resistencia debido a su compromiso con Dios de guardar el santo sábado. Para aquellos que no reconocen a Dios como su Creador, parece arbitrario o inexplicable que alguien deje todo trabajo durante el día sábado meramente por razones religiosas. La observancia significativa del sábado testifica el hecho de que hemos elegido obedecer los mandamientos de Dios. De esta forma reconocemos que nuestra vida la vivimos ahora en obediencia a la palabra de Dios. El sábado será una prueba especial a fin del tiempo. El creyente tendrá que elegir entre ser fiel a la Palabra de Dios o a la autoridad humana (Apoc. 14:7-12).


► El Hogar y la Vida Familiar en Conexión con el Sábado

• Introducción. La vida de hogar es la piedra fundamental de una adecuada observancia del sábado. Cuando las personas guarden conscientemente el sábado en su hogar y acepten sus responsabilidades como miembros de la familia, sólo entonces podrá la iglesia mostrar al mundo el gozo y los privilegios del santo día de Dios.

• Diferentes Tipos de Hogares. El el siglo veintiuno existen diferentes clases de hogares; por ejemplo, el hogar donde está el esposo, la esposa y los hijos; el hogar donde los esposos no tienen hijos; el hogar donde está sólo el padre o la madre y los hijos (donde por muerte o divorcio, uno de los padres debe actuar en los papeles de padre y madre); el hogar en el cual la persona no se ha casado nunca o donde la muerte o el divorcio la han dejado sola y no hay hijos involucrados; y está también el hogar donde sólo uno de los padres es miembro de iglesia. Al entender las necesidades y problemas de estas diferentes categorías, debiera entenderse que algunos de los principios y sugerencias enunciados se pueden aplicar a todos los grupos y que otros son más especializados.

• Dos Instituciones Sagradas: el Hogar y Sábado. "En el principio" Dios colocó un hombre y una mujer en el Jardín del Edén, el cual sería su hogar. También, "en el principio" Dios dio a los seres humanos el sábado. Estas dos instituciones, el hogar y el sábado van juntas. Ambas son dones de Dios, por lo tanto ambas son sagradas. La última enriquece de una forma única los lazos de la primera.

La comunión íntima es un elemento importante en el hogar. La comunión íntima con otras personas también es un elemento importante del sábado. Visto desde esta perspectiva, no se puede minimizar la importancia del sábado para el hogar.

• Responsabilidades de los Adultos como Profesores. Cuando Dios eligió a Abraham como padre de su pueblo elegido, dijo: "Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí" (Gén. 18: 19). Entonces, es claro que a los adultos les ha sido entregada una enorme responsabilidad en cuanto al bienestar espiritual de sus hijos. Tanto por precepto como por ejemplo, deben estos ofrecer ese tipo de estructura y atmósfera que hará del sábado una delicia y una parte tan vital en la vida del cristiano que mucho después que los hijos hayan abandonado el hogar, continuarán con la costumbre que se les enseñó cuando niños.

Desde su más tierna infancia los niños debieran ser enseñados a participar en el culto familiar, para que el culto en la casa de Dios sea una extensión de una costumbre familiar. También desde la infancia, debiera enseñarse a los niños la importancia de asistir a la iglesia; pues la verdadera observancia del sábado incluye la asistencia a la casa de Dios para adorar y estudiar la Biblia. Los adultos de la familia deben dar el ejemplo asistiendo a los cultos el sábado, dando así un modelo que los hijos verán como importante cuando les toque decidir sobre las cosas que realmente valen en la vida. Los niños deben ser enseñados del significado del sábado, de su perdurabilidad y la relación que éste tiene con la vida cristiana, por medio de conversaciones, y a medida que crecen y maduran, por medio del estudio de la Biblia.

• Preparación para el Sábado. Si el sábado ha de ser observado en forma adecuada, entonces en toda la semana debiera programarse de tal forma, que cada miembro esté listo para dar la bienvenida al santo día del Señor cuando éste llegue. Esto significa que los miembros adultos de la familia harán planes para que las tareas: compras y preparación de alimentos, ropa lista, y otras necesidades de la vida diaria, estén terminadas antes de la puesta del sol del viernes. El día de reposo debiera ser el eje central alrededor del cual gira toda la semana. Cuando ya viene la tarde del viernes y la puesta del sol se acerca, los adultos y los niños debieran estar listos para que con mente tranquila, preparativos terminados y el hogar listo, den la bienvenida al sábado; entonces todo estará en orden para pasar las próximas 24 horas en comunión con Dios y con nuestros hermanos.

Los niños pueden ayudar para que se logre esta preparación si se les responsabiliza de algunos preparativos, lógicamente de acuerdo con su madurez. La forma como la familia enfoca el comienzo del sábado a la puesta del sol del viernes, y la forma cómo utiliza esa noche, dará el escenario para la recepción de las bendiciones que el Señor ha guardado para todo el día que vendrá.

• Vestimenta adecuada para el Sábado. En los hogares donde hay niños, los sábados de mañana, mientras la familia se viste para la iglesia, los adultos pueden, por precepto y ejemplo, enseñar a los niños que una forma de honrar a Dios es presentarse en su casa limpios, con ropas representativas y adecuadas a la cultura en que vive.

• Importancia de las Horas de Estudio de la Biblia. Cuando los niños no tienen el privilegio de asistir a una escuela adventista, la escuela sabática se convierte en el medio más importe -fuera del hogar- para la instrucción religiosa. No puede sobreestimarse el valor de esta hora de estudio de la Biblia. Es por esta razón que los padres debieran asistir a los cultos matutinos del sábado y hacer todo lo posible para llevar a sus hijos con ellos.

• Las actividades de la familia durante el sábado. En la mayoría de las culturas, la hora del almuerzo sabático, cuando la familia está reunida alrededor de la mesa familiar, es el momento culminante de la semana. El espíritu de gozo y sagrada comunión que comenzó al levantarse y aumentó durante los cultos en la iglesia, ahora se intensifica. Al quedar libres de las distracciones seculares, la familia puede conversar de temas de interés mutuo y mantener el ambiente espiritual del sagrado día.

Cuando se comprende que el sábado es sagrado, y además existe una relación cariñosa entre padres e hijos, todos colaborarán para que durante las horas sagradas se evite la música secular, la radio, los programas de TV, los periódicos, libros y revistas seculares.

En la medida posible, los sábados de tarde debieran pasarse actividades con la familia explorando la naturaleza, haciendo visitas misioneras a presidiarios, a enfermos, y a otros que necesiten de ánimo, y participando en la reunión de jóvenes en la iglesia. Cuando los niños son más grandes, las actividades se ampliarán para abarcar otros amigos de la iglesia de su misma edad, teniendo siempre en mente la pregunta "¿me ayudará esta actividad a comprender mejor la verdadera naturaleza y santidad del sábado?" Al observar en forma adecuada el sábado, el hogar tendrá una influencia perdurable en el tiempo y para la eternidad.


► La Observancia del Sábado y las Actividades Recreativas

• Introducción. La observancia del sábado incluye tanto el culto como la comunión. La invitación para gozar de ambos es amplia y generosa. El culto de adoración sabática está dirigido a Dios y generalmente se realiza en medio de la comunidad creyente. Esta misma comunidad ofrece comunión. Tanto el culto como la comunión ofrecen un potencial ilimitado para alabar a Dios y enriquecer nuestra vida como cristianos. Cuando se distorsiona el culto o la comunión, o se abusa de ambos, se amenaza la alabanza a Dios y el enriquecimiento personal. El sábado, como un don a través del cual el mismo Dios se entrega a nosotros, es un gozo real en el Señor. Es por esto que el sábado es una delicia para los creyentes.

• Factores Ajenos a la Observancia del Sábado. Fácilmente pueden introducirse elementos ajenos al espíritu sabático. El creyente debe estar siempre alerta a los factores ajenos que podrían menoscabar su comprensión de la santidad del sábado en su experiencia de adoración y de comunión. El sentido de santidad del sábado es particularmente amenazado por tipos de comunión y actividades erróneas. Al contrario de esto, la santidad del sábado es realzada cuando el Creador permanece como el centro del santo día.

• Fenómeno de Condicionamiento Cultural en la Observancia del Sábado. Es importante comprender que los cristianos rinden obediencia a Dios y que por lo tanto observan el sábado en el ambiente cultural e histórico del lugar donde viven. También es posible, que tanto la historia como la cultura condicionen y distorsionen falsamente nuestros valores. Apelando a la cultura podríamos ser culpables de permitirnos o excusarnos por condescender con actividades deportivas o recreativas incompatibles con la santidad del sábado. Por ejemplo, ejercicio físico intenso y diversas formas de turismo que están fuera de armonía con la verdadera observancia del sábado.

Cualquier intento por reglamentar la observancia del sábado más allá de los principios bíblicos, como sería hacer una lista de prohibiciones sabáticas, es contrario a una experiencia espiritual sana. Los principios serán la medida que el cristiano utilizará para su propia experiencia sabática. Sabe que, el propósito fundamental del sábado es fortalecer los lazos de unión con su Dios; por lo tanto son aceptables todas las actividades guiadas por principios bíblicos, que contribuyen a ese fortalecimiento.

Nadie puede evaluar correctamente los motivos personales de los otros; por esto, un cristiano debe ser muy cuidadoso y no criticar a sus hermanos que viven en un contexto cultural diferente al suyo.

Durante los viajes, los turistas adventistas debieran hacer todo lo posible para observar el sábado con sus hermanos creyentes en cualquier área donde se encuentren. Para respetar la santidad del séptimo día se recomienda que los adventistas eviten usar el día sábado como un feriado utilizándolo para visitar y realizar actividades seculares.


► Las Iglesias y las Instituciones de la Iglesia

El dar pautas y reglamentos específicos para la iglesia como un todo y a sus instituciones, es para ofrecer a la hermandad un ejemplo de observancia del sábado. Es responsabilidad de los miembros aplicar en sus propias vidas los verdaderos principios de la observancia del sábado tal como se encuentra en la Biblia y en el Espíritu de Profecía, pero no puede actuar como conciencia para sus miembros.

• Iglesias, Papel de la Iglesia y de la Familia en las Actividades del Sábado de Tarde. A los pastores y dirigentes de la iglesia se les ha confiado la responsabilidad de planificar cuidadosamente las actividades para los niños, jóvenes, adultos y ancianos, como también para las familias y las personas solas. Al planificar, deben enfatizar la importancia de hacer del sábado un día de gozo, de adoración y descanso. Las actividades de la iglesia debieran complementar y nunca reemplazar las actividades de la familia y del hogar.

• Iglesias, Música para el Sábado. La música tiene un poderoso impacto en el ánimo y emociones de la persona. Los dirigentes de la iglesia seleccionarán música y músicos que realcen la atmósfera de adoración del descanso sabático y la relación de la persona con Dios. Los ensayos del coro debieran evitarse cuando ya existen otras reuniones regularmente fijadas durante la hora en que piensan ensayar.

• Iglesias, Actividad Misionera en la Comunidad. Aunque los cristianos pueden participar en cierto tipo de trabajo social en beneficio de estudiantes, de jóvenes y pobres de los barrios marginales, deben tomar el cuidado de ejercer una influencia ejemplar y coherente de cómo observar el sábado. Si se participa en una escuela de extensión o en clases especiales para niños y jóvenes, pueden elegir temas y clases que sean diferentes de los temas seculares y comunes que dan durante la semana. Podría ofrecer actividades que contribuyan a la cultura espiritual. Paseos por el vecindario o junto a la naturaleza, que exijan sólo un esfuerzo mínimo pueden sustituir las materias o aulas seculares.

• Iglesias, Recolección. El procedimiento general de la Iglesia Adventista es que la recolección se realice en otro día que no sea el sábado. Donde se practica recolectar en sábado, debe existir un plan que ofrezca beneficios espirituales a todos los participantes.

• Iglesias, Recolección de Fondos en Sábado. La doctrina de la mayordomía cristiana es encontrada a través de todas la Escrituras. El acto de dar tiene lugar definido durante los cultos. Cuando se apela a dar fondos, debe hacerse de tal manera que se preserve la santidad del culto y del sábado.

• Iglesias, Casamientos en Sábado. La ceremonia matrimonial es sagrada, y en sí misma no está en desarmonia con el espíritu de observancia del sábado. Sin embargo, la mayoría de los casamientos exige mucho trabajo y en los preparativos para la recepción es casi inevitable que surja un ambiente secular. Para que el espíritu del sábado no se pierda, debería desanimarse la realización de casamientos en este día.

• Iglesias, Funerales en Sábado. En forma general, los adventistas debieran evitar realizar funerales durante el sábado. Es verdad que en ciertos climas y circunstancias, puede ser necesario que se realice sin demora el funeral, a pesar de ser sábado. En esos casos, debieran hacerse los arreglos por adelantado con la empresa fúnebre y con los empleados del cementerio, y de esta forma reducir el trabajo durante el sábado. En algunos casos puede realizarse un culto el sábado y dejar el entierro para el día siguiente.


► Las Instituciones de Salud de la Iglesia Adventista

Las instituciones de salud ofrecen a muchas personas su única oportunidad de contacto con la Iglesia Adventista. Los hospitales adventistas deben ser mucho más que meros sistemas que ofrecen cuidado de la salud. Estos tienen la oportunidad única de ser un testimonio cristiano a la comunidad que sirven, las 24 horas del día. Además, tienen el privilegio de presentar el mensaje del sábado por el ejemplo cada semana.

En la cura de los enfermos y en la liberación de los portadores de debilidades físicas aún en sábado, Cristo dejó un ejemplo que consideramos la base para el establecimiento y funcionamiento de las instituciones médicos adventistas. Es por este motivo, que una institución que ofrece atención médica al público, debe estar preparada para ministrar las necesidades del enfermo y doliente, sin tomar en cuenta la hora o el día.

Este enfoque pone una gran responsabilidad sobre cada institución para que planifique y ejecute reglamentos que reflejen el ejemplo de Cristo y apliquen los principios bíblicos de la observancia del sábado enseñados en la Iglesia Adventista. Los administradores tienen una responsabilidad especial de tratar de que todos los departamentos mantengan el verdadero espíritu de la observancia del sábado, instituyendo procedimientos adecuados y evitando la laxitud en la observancia del séptimo día.

Se recomienda la aplicación de los siguientes principios para la observancia del sábado:

1. Proporcionar cuando sea necesario, cuidado médico de emergencia voluntario, alegre y de elevado nivel de excelencia. Sin embargo, no deberían las instituciones y médicos adventistas ofrecer el mismo tipo de atención o servicio clínico durante el sábado como lo hacen durante los días de la semana.

2. No continuar con las actividades de rutina que pueden postergarse. Eso significa que deben cerrarse todos los servicios y departamentos que no están relacionados directamente con el paciente y que debe mantenerse una cantidad mínima de personal.

3. Postergar diagnósticos y servicios terapéuticos electivos. Las decisiones sobre qué es necesario o de emergencia, debieran ser hechas por el médico que atiende. Si se abusa de este privilegio, la administración del hospital debiera intervenir. Los funcionarios de la institución que no trabajen en la administración, no deben envolverse en las decisiones, ni ser obligados a enfrentar al (a los) médicos (s) de turno. Se pueden evitar malos entendidos, si se deja claro en las reuniones y en los reglamentos, que sólo se realizarán aquellas cirugías, diagnósticos o tratamientos terapéuticos que son impostergables dada la condición del paciente. En el momento de contratar al personal se puede dejar en claro todo esto, así se ayudará a evitar abusos y malos entendidos.

4. Cerrar las oficinas de administración y contabilidad para atenciones de rutina. Aunque podría ser necesario admitir o dar de alta a los pacientes en sábado, se recomienda evitar la entrega de recibos o recepción de dinero. Jamás debiera ser la guardia del sábado un motivo de irritación para aquellos que tratan de servir y salvar, sino por el contrario, que éste sea un distintivo de que son "hijos de la luz" (Efe. 5:8; Los Hechos de los Apóstoles, pág 214).

5. Hacer del Sábado un día agradable para los pacientes, un día cuando la intensa actividad de la rutina sea puesta de lado y el personal esté libre para pasar más tiempo con los pacientes, para instruirlos, aconsejarlos y familiarizarlos con el maravilloso amor de Dios. Una actividad misionera como ésta es un recuerdo de testimonio cristiano que los pacientes nunca olvidarán. La observancia significativa del sábado será conseguida mucho más fácilmente en una institución que emplee un equipo predominantemente adventista. Es posible para los empleados creyentes presentar el sábado a una luz adecuada mientras cuidan de los pacientes, y pueden perfectamente bien ser una influencia convincente en las vidas de aquellos que no son de nuestra fe.

6. El cuidado directo del enfermo es una actividad de siete días de la semana. La enfermedad no tiene calendario. Sin embargo, cuando se prepara el horario del personal, las instituciones de salud debieran tomar en cuenta las creencias religiosas sinceras, la observancia y prácticas de cada empleado o futuro empleado. Las instituciones debieran hacer arreglos razonables para tales creencias religiosas, a menos que se demuestre que tales acomodos dificultarán el funcionamiento de la institución. Se reconoce que la conciencia del individuo varía en relación al adecuado empleo del sábado. Ni la iglesia ni sus instituciones pueden actuar como la conciencia de sus empleados. En lugar de esto, deberán hacerse ajustes razonables en beneficio de la conciencia individual.

7. Resistir las presiones para rebajar las normas adventistas. Algunas instituciones han recibido presiones de la comunidad, del equipo médico, y/o empleados (donde la mayoría no es adventista), para abandonar o debilitar los principios de la observancia y prácticas en el sábado, de modo que éste sea tratado como cualquier otro día. En algunos casos, se ha ejercido presión para mantener todos los servicios durante el sábado y disminuirlos el domingo. Debe resistirse decididamente a una acción tal. La condescendencia puede provocar un serio análisis de la relación de esa institución con la Iglesia.

8. Enseñar a los empleados no adventistas los principios practicados por la institución en relación con el sábado. Cada empleado no adventista, en el momento de su contrato con una institución adventista de salud, debiera ser advertido de los principios de la Iglesia, especialmente de los reglamentos institucionales que tienen que ver con la observancia del sábado. Aunque los no adventistas no crean como nosotros, debieran de todas formas conocer desde el principio la forma en que se espera que ellos calcen en el programa de la institución, para ayudar a ésta a alcanzar sus objetivos.

9. Estimular en los empleados adventistas una actitud de continua testificación cristiana. El único contacto que muchos empleados no adventistas pueden tener con los adventistas, puede ser en la institución que los emplea. Toda relación debiera ser amistosa, amable y una expresión del amor que ejemplifica la vida y la obra del Gran Médico. La compasión por el enfermo, la consideración generosa por sus colegas, una voluntad de servir, una ilimitada lealtad a Dios y a la Iglesia pueden ser sabor de vida para vida. Guardar el sábado es un privilegio y un honor tanto como un deber. Nunca debiera ser una carga o una molestia para aquellos que lo guardan o para aquellos que nos rodean.


► Trabajo en Sábado en Hospitales no Adventistas

Aunque es esencial en las instituciones médicas que se realice un mínimo de trabajo todo el tiempo para poder mantener el bienestar y comodidad de los pacientes, los empleados adventistas que trabajan en instituciones no denominacionales, donde las horas del sábado no alivian de la rutina del deber, están bajo la obligación de recordar los principios que reglamentan todas las actividades sabáticas. Para evitar situaciones donde nuestros miembros de Iglesia podrían enfrentar problemas para guardar el Sábado, se recomienda que:

1. Cuando los adventistas aceptan empleos en Hospitales no adventistas, manifiestan sus principios de observancia del sábado y solicitan un horario que los libere del trabajo en sábado.

2. Donde los horarios de trabajo y otros factores hagan esto imposible, los adventistas debieran claramente identificar los deberes que puedan conscientemente realizar el sábado y la frecuencia de los mismos de allí en adelante.

Donde no se pueda realizar ninguno de los arreglos mencionados arriba, los miembros debieran hacer de su lealtad a los requerimientos de Dios lo máximo y abstenerse del trabajo rutinario.


► Las Instituciones Educativas Adventistas del Séptimo Día

Los colegios adventistas con internado tienen un papel importante en la formación de hábitos de observancia del sábado en las futuras generaciones de miembros de Iglesia. De la misma forma lo tienen los colegios y universidades al moldear el pensamiento de la clase pastoral profesional. Es por lo tanto importante que en estas instituciones, tanto la teoría como la práctica, de cómo aumentar el gozo de las bendiciones sabática, se acerquen lo máximo posible al ideal.

La aplicación de estos principios incluye:

• Preparación adecuada para el sábado.
• Demarcación del comienzo y del fin de las horas del sábado.
Actividades adecuadas hogar-escuela: cultos, grupos de oración, testificación, etc.
Mantener los deberes necesarios al mínimo; de preferencia confiarlos a personas para quienes sea servicio voluntario y no utilizar aquellos para quienes ese mismo trabajo es pagado durante la semana.
• Cultos inspiradores, de preferencia que sirvan como modelos de aquello que se espera caracterice los cultos en las iglesias de las escuelas.
• Actividades variadas y adecuadas para los sábados de tarde.
• Estructuración del programa semanal para que el sábado sea un gozo prolongado y el clímax de la semana en lugar de ser el preludio para las actividades totalmente diferentes del sábado de noche.
- Ventas en el comedor. Las cafeterías de los colegios han sido designadas para servir a los estudiantes y a sus padres visitantes e invitados; no debieran abrirse al público durante el sábado. Para evitar transacciones comerciales innecesarias durante las horas sagradas, cada institución debe establecer formas de pago fuera de las horas sabáticas.
- Asistencia del personal docente a reuniones profesionales. En algunos países, los adventistas tienen el privilegio de asistir a reuniones profesionales para estar al día con el desarrollo de su campo de especialización. Podría ser una tentación justificar la asistencia en sábado a esas reuniones. Sin embargo, se recomienda que el personal académico se una con sus hermanos de iglesia para la adoración a Dios, y no se reúna con sus colegas profesionales "en trabajo".
- Estaciones de radio. Las estaciones de radio pueden ser una bendición en sus comunidades. Para aumentar las bendiciones, la programación durante las horas del sábado debiera reflejar la filosofía de la iglesia. Si se hacen llamados para levantar fondos durante el sábado, éstos debieran hacerse de manera tal que se mantenga la santidad de este día.
- Viajes de Promoción. Para mantener el espíritu de total adoración durante el sábado, los tours de Promoción deben ser planificados de forma que disminuyan los viajes en sábado y ofrezcan un máximo de tiempo para la adoración con los creyentes. Las horas del sábado no deben usarse para viajar con el fin de ofrecer programas de sábado de noche.
- La observancia del sábado en la formación de los pastores. Los pastores tienen una gran responsabilidad con su ejemplo personal, pues deben moldear la vida espiritual de la iglesia. Por lo tanto, las instituciones que preparan a los pastores y esposas de pastores necesitan ayudar a sus estudiantes a formar una saludable filosofía de la observancia del sábado. Una orientación adecuada recibida en el colegio puede ser un instrumento en la experiencia de una genuina renovación del gozo sabático en sus propias vidas, como en la vida de su iglesia.
- Exámenes en sábado. Los adventistas del séptimo día que enfrentan exámenes exigidos en sábado en colegios no adventistas, o los profesionales que procuran certificación del ministerio de educación enfrentan un problema especial. En tales situaciones, recomendamos hacer arreglos para que los exámenes no sean en sábado. La iglesia debiera estimular a sus miembros a una cuidadosa observancia del sábado y cuando sea posible, debiera interceder delante de las autoridades correspondientes para que permitan la posibilidad de rendir los exámenes en otro día, para reverenciar el día de Dios.


► Empleos Seculares y de Negocios cuando se Relacionan con el Sábado

• Declaración de Principio. La visión bíblica del sábado incluye una dimensión divina y otra humana (Mat. 12:7). Desde la perspectiva divina el sábado invita al creyente a renovar su compromiso con Dios al desistir del trabajo diario para poder adorar a Dios más libre y completamente (Exo. 20:8-10; 31:15-16; Isa. 58:13-14). Desde la perspectiva humana, el sábado ordena al creyente que celebre el amor creador y redentor de Dios mostrando misericordia y preocupación hacia los demás (Deut. 5:12-15; Mat. 12:12; Luc. 13:12; Jn. 5:17). De esta forma el sábado incluye la cesación del trabajo secular, con el propósito de honrar a Dios y realizar acciones de amor y bondad hacia su prójimo.

• Trabajo Esencial y de Emergencia. Para mantener la santidad del sábado, los adventistas deben hacer elecciones sabias en materia de empleo, orientados por una conciencia iluminada por el Espíritu Santo. La experiencia ha mostrado que existe un peligro en la elección de vocaciones que no permiten adorar al Creador con libertad durante el día sábado. Esto significa que deberían evitarse aquellos empleos que, aunque esenciales para el funcionamiento de una sociedad tecnológicamente avanzada, pueden ofrecer problemas para la observancia del sábado.

Las Escrituras y el Espíritu de Profecía son claros en cuanto a nuestros deberes como cristianos hacia nuestros semejantes, aun durante el sábado. En el contexto moderno, muchos que están empleados en profesiones que involucran la salvación de la vida y la propiedad, se los llama a atender emergencias. Los arreglos para trabajo regular durante los fines de semana, con el objetivo de ganancia extra, exigirán el uso de las hora de sábado, o aceptar trabajo sólo los fines de semana en profesiones de emergencia con el fin de aumentar el presupuesto familiar, no está en armonía con los principios de observancia del sábado dados por Cristo. Es algo totalmente diferente atender situaciones de emergencia donde la vida y la seguridad están en peligro, a ganar el diario vivir por emplearse en ocupaciones rutinarias durante el sábado, las que siempre están acompañadas de actividades comerciales seculares o rutinarias. (Ver los comentarios de Cristo al rescatar el buey o una oveja de un hoyo y ayudar a personas en necesidad; Mar. 12:11; Luc 13:16). Ausentarse de la casa de Dios y ser privado del compañerismo con los hermanos en el sábado puede enfriar la vida espiritual de la persona.

Muchos patrones, en los llamados servicios esenciales, están dispuestos a buscar arreglos para los observadores del sábado. Donde no se garantice esto, los miembros debieran revisar cuidadosamente los principios bíblicos de observancia sabática a la luz de esa actividad, ambiente, requisitos de trabajo y motivos personales, antes de comprometerse a trabajar en sábado. Debieran preguntar al Señor, como lo hizo Pablo en su viaje a Damasco, "Señor ¿qué quieres que haga?". Cuando se tiene esta actitud de fe, estamos convencidos de que Dios guiará a los creyentes a discernir su voluntad dará la fuerza y sabiduría necesarias para hacer lo que corresponde.


► Decisiones Morales en Relación con la Observancia del Sábado

Las instituciones militares, educativas, gubernamentales y otras, muchas veces niegan o cortan los privilegios sabáticos. Para prevenir y/o aliviar estas situaciones lamentables, debieran considerarse las siguientes sugerencias:

• Un dirigente de la iglesia, de preferencia el director de Relaciones Públicas de Libertad Religiosa, debe ser designado para mantenerse al día de los acontecimientos y situaciones que puedan minar la libertad de culto en el día sábado. De ser necesario, este oficial se aproximará a las autoridades responsables con el fin de explicarles el impacto desfavorable sobre los adventistas del séptimo día de cualquier medida o legislación en proyecto, Este curso de acción puede prevenir la sanción de medias que podrían, sin intención, cortar o negar los privilegios del sábado.

• Debe estimularse a los miembros adventistas a mantener por fe el principio de la observancia del sábado, sin tener en cuenta las circunstancias, y apoyarse en la seguridad de que Dios honrará su consagración.

• Los miembros de iglesia deben ofrecer ayuda espiritual, moral y si es necesaria, temporal, para ayudar a otros miembros que pasan por problemas por causa del sábado. Tal ayuda servirá para fortalecer la consagración al Señor, no solamente de la persona que está enfrentando el problema de sábado, sino de la iglesia como un todo.


► Compra de Mercaderías y Servicios en Sábado

1. El sábado está destinado para proporcionar libertad espiritual y alegría a todos (Exo 20:8-11). Como cristianos, debemos ser sostenedores de este derecho humano básico que ha otorgado el Creador a cada individuo. Como regla general, la compra de mercaderías, comidas en restaurantes, y el pago de servicios hechos por otros, deben ser evitados, porque no están en armonía con el principio ni con la práctica de la observancia del sábado.

2. Además, las actividades comerciales recién mencionadas harían que la mente se dirigiera al secularismo en lugar de detenerse en la santidad del sábado (Neh. 10:31;13:15). Con una adecuada planificación, se pueden tomar las debidas precauciones para que no falte nada de lo necesario durante el sábado.


► Viajes en Sábado

Aunque viajar en sábado puede ser necesario para poder cumplir con las actividades comprometidas para ese día, no debe permitir que los viajes en sábado se conviertan en una función secular; por lo tanto, es necesario hacer los preparativos con anticipación.

Antes del comienzo del sábado deben estar atendidos el combustible del auto y otras necesidades. Deben evitarse viajes por asuntos personales y de negocios.


► Cuando debe tratarse un Problema Específico de Trabajo

Cuando un miembro de iglesia se encuentra en la necesidad de renunciar a un cargo, o pierde su trabajo por causa de problemas con el sábado, y es empleado por la denominación en un trabajo similar, donde el nuevo trabajo, debido a su naturaleza exige que el miembro trabaje en sábado se recomiendan los siguientes pasos:

1. Ofrecer al miembro una cuidadosa explicación del tipo esencial de trabajo.

2. Asegurar al miembro que sólo los aspectos indispensables del nuevo trabajo se realizarán durante el sábado. También debieran explicar los administradores los propósitos religiosos que lo han empleado.

3. Adoptar un horario rotativo para que el miembro conscientemente aceptó trabajar en sábado, pueda con frecuencia estar en condiciones de realizar una total celebración del día sábado.


► Turno de Trabajo

Cuando un adventista trabaja para un empleador que acostumbra utilizar los turnos de trabajo, puede éste pedirle que trabaje el sábado o parte de él. En tales circunstancias debe considerar lo siguiente:

• Tratar de ser el mejor trabajador posible, y un empleado tan valioso que su patrón no pueda prescindir de él.

• Si el problema continúa, puede apelar directamente al patrón y hacer un arreglo en base a su buena voluntad y justicia.

• Podría sugerirle al patrón arreglo tales como:
- Trabajar en un horario flexible.
- Tener los turnos que menos acepta el resto del personal.
- Negociar turnos con otros empleados; o
- Trabajar los feriados.

• Si el patrón se resiste a un arreglo, el miembro debería inmediatamente buscar la ayuda del pastor y del departamento de Relaciones Públicas y de Libertad Religiosa, en los países donde se realicen este tipo de actividades.




Fuente:Unión Portorriqueña / IASD
Notas: - DSA 90-639
- Articulo publicado originalmente el día 10de octubre de 2008





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viernes, 2 de octubre de 2009

El sábado: preguntas y respuestas. Por Doug Batchelor


El sábado: preguntas y respuestas. 1/2
...El benéfico Creador descansó el séptimo día después de los seis días de la creación, e instituyó el sábado para todos los hombres como un monumento de su obra creadora. El cuarto mandamiento de la inmutable ley de Dios requiere la observancia del séptimo día como día de reposo, adoración y ministerio, en armonía con las enseñanzas y la práctica de Jesús, el Señor del sábado... + en ADVENTISMO / ojo adventista, haciendo clic aquí.


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lunes, 22 de junio de 2009

¿Hay más de un sábado? Por Ángel Manuel Rodríguez

He leído que el sábado mencionado en Génesis 2:1 al 3 no es el mismo sábado que el del cuarto Mandamiento. Por favor, explíqueme.

Algunos protestantes argumentan que Génesis 2:1 al 3 no prescribe el mandamiento sabático; sencillamente describe lo que Dios hizo el séptimo día de la semana de la Creación. Argumentan que el mandamiento del sábado fue dado a los israelitas como parte del pacto, y que fue reemplazado por el nuevo pacto. Este es un intento obvio de minar la autoridad del sábado para los cristianos. En Génesis 1 y 2, entre otras cosas, Dios está modelando para los seres humanos la necesidad y la naturaleza del trabajo. La naturaleza ejemplar de su actividad divina incluye el descanso sabático. Esto puede ser fundamentado por varias razones.

1. La imagen de Dios y el sábado: El relato de la Creación describe a los seres humanos como criaturas inteligentes y únicas, creadas a la imagen de Dios (Gén. 1:27). Debían reflejar el carácter de Dios y representarlo ante el resto de la creación. La narración contiene varios conceptos importantes.

En primer lugar, el hecho de que Dios haya descansado de sus obras atribuye a Dios necesidades humanas con el fin de demostrar cómo Dios planea suplir esa necesidad. El relato de la Creación demuestra claramente la preocupación de Dios por el ser humano, que no solo necesita trabajar sino también separar un tiempo particular para gozar de la comunión con su Creador.
Segundo, es el Creador, no la criatura, quien determina el tiempo y la naturaleza de ese descanso. Los intentos humanos por establecer su propio momento de descanso son un rechazo de la naturaleza ilustrativa del descanso de Dios y debilita el significado del ser humano como creado a la imagen de Dios.

Tercero, si Dios hubiera descansado sin la compañía de los seres humanos, habría abandonado a su propia suerte a los seres humanos y al mundo que él creó; se hubiera ausentado de su creación, dejándola sin su poder sustentador. Descansó en compañía de los que había creado a su propia imagen, en una celebración gozosa del misterio de su creación. Deseaba gozar de la compañía del ser humano durante el séptimo día.

2. Dios bendijo el sábado: En el relato de la Creación, Dios describe al séptimo día como una bendición. Esto significa, como lo sugiere el uso del mismo verbo en Éxodo 20:11, que por medio del descanso sabático Dios transmite bendiciones a su pueblo. El hecho de que su bendición sea indefinida implica sus riquezas sin límites. El verbo "bendecir" expresa la idea de beneficios derramados sobre alguien o algo. Cuando Dios bendijo el sábado, lo dotó de beneficios que serían disfrutados por los que se le unieran en su placentero descanso. En la Biblia, un día no bendecido es un día privado de contenido positivo para los seres humanos (ver Jer. 20:14). La bendición pronunciada por Dios sobre el séptimo día no fue para su propio beneficio, sino para el de los que estaban junto a él, disfrutando de la comunión y el compañerismo con el Señor, dentro de la fracción de tiempo llamada séptimo día.

3. Dios declaró santo al séptimo día: La Biblia contiene rituales para la santificación de las personas, las cosas y los lugares. Pero no existe un ritual prescrito para la santificación del sábado. Únicamente la historia de la Creación nos informa que su santidad es el resultado de una declaración divina. A lo largo del Antiguo Testamento, la santidad de ese día es presupuesta.

Para los escritores del Antiguo Testamento, al igual que para el pueblo de Dios, el sábado de la Creación era el mismo que el sábado del séptimo día mencionado en el Decálogo. Los seres humanos eran responsables de mantenerlo santo al obedecer el cuarto Mandamiento.

La santidad del sábado no consistía en un estado provisional que se agotara al final del día. No hubo un ritual de "des-santificación" para el séptimo día después de que fuera declarado santo. Al santificarlo, Dios lo separó permanentemente para un uso religioso particular. Dado que, de acuerdo con el relato de la Creación, Adán y Eva habían sido creados en el sexto día, experimentaron la santidad del séptimo día en presencia de Dios mismo. El sábado es lo primero que Dios santificó sobre este planeta, y ha permanecido santo desde entonces.

Todo intento de aislar el Mandamiento del sábado del descanso de Dios durante el séptimo día, con el fin de argumentar que pertenece al antiguo pacto y que los cristianos no deberían guardarlo, es sencillamente una ilusión, que trae como resultado el deterioro de la imagen de Dios en los seres humanos.

Fuente: Biblical Reseach Institute
Autor: Ángel Manuel Rodríguez. Doctorado en teologia (ThD) Andrews University. Desde 1992 comienza a el trabajar para Biblical Research Institute (BRI) General Conference of Seventh-day Advecntists y desde el 2002 es el Director. Autor de destacados libros y artículos en la revistas adventistas, destacandose su columna mensual en Adventist World. Fue director del Antillian College y vicepresidente academico del Southwestern Adventist University.

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domingo, 24 de mayo de 2009

"El Día del Señor" ¿Por qué esta expresión se utiliza solamente en el Apocalipsis? Por Jorge Burnside

Apocalipsis 1:10, dice: "Yo estaba en espíritu en el día del Señor".

La expresión "el día del Señor" se utiliza solamente una vez en las Escrituras. La frase es interesante. ¿A qué día se refiere? ¿Por qué se la emplea en el cierre del Libro de los libros?

Ocurrió en un momento trascendental, cuando un decreto de muerte pendía sobre esa expresión. El libro del Apocalipsis fue escrito en la prisión. Su autor se hallaba allí debido a la fidelidad a su Señor.

"Cuando se escribió el libro del Apocalipsis, el culto al César era una religión que abarcaba todo el imperio Romano, y debido a que los cristianos se negaban a participar en él, se los perseguía y mataba. La esencia del culto a César era aceptar al emperador como la reencarnación del divino espíritu de Roma. Una vez al año, todos los ciudadanos debían presentarse ante los magistrados para quemar una pizca de incienso ante el busto de César, y exclamar: 'César es el Señor!' " (1).

Por lo tanto, el rehusar ofrendar el incienso y pronunciar la frase "César es el Señor", era considerado como una traición, además de ser evidencia de una abierta oposición hacia la religión oficial. El culto al emperador comenzó con el culto a César luego de la muerte de éste. Es muy probable que fuera el emperador Domiciano, muerto en el año 96 DC, el que envió al apóstol San Juan al exilio en la isla de Patmos. En el año 96 de nuestra era sentenció a muerte a Florius Clemens (su propio sobrino) que era cónsul, y exilió a su esposa Floria Domitalla bajo la acusación de "ateísmo". Es probable que fueran cristianos, porque muchos cristianos eran arrojados a los leones, acusados de ateísmo al rehusar ofrecer sacrificios al César, que decía ser Dios.

Las pretensiones de Domiciano

"Domiciano fue el primer emperador al que se le atribuyeron honores divinos mientras vivía, y se hizo llamar 'Nuestro Señor y Dios' en los documentos públicos... Informó a todos los gobernadores que los anuncios y proclamas debían comenzar on la frase 'Nuestro Señor y Dios Domiciano ordena' ". (2)

Debían llamar dios a Domiciano o morir. El edicto era claro. O el Señor Jesucristo o el emperador de Roma. Jesús o el César. ¿Quién era el Señor? He allí el tema de discusión. Las escrituras demuestran claramente por qué el escritor estaba en el destierro: "Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios" (Apocalipsis 1: 9).

Domiciano decía ser dios. Su día, el día del emperador, recibía el nombre del día del señor. San Juan estaba en el destierro "por causa de la palabra de Dios", que afirmaba había un solo "día del Señor". Ese día santo pertenecía a su Señor, y desafiando el día pagano, escribió en Apocalipsis 1: 10: "el día del Señor".

¿Qué es "el día del Señor"?

El sábado es el día del Señor, porque Cristo, el Señor, descansó, bendijo y santificó ese día. Lo llamó: "Mi día santo" (Isaías 58: 13). Es el "sábado para Jehová tu Dios" (Exodo 20: 10).

El Apocalipsis exalta a Jesús como el Señor. El es "REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES" (Apocalipsis 19: 16). Jesús significa "Jehová". El es "el primero y el último" (Apocalipsis 1: 17). El fue el Creador y será el Consumador. El existe desde la eternidad y perdurará por la eternidad.

El estuvo muerto, pero ahora está "vivo por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 1:18). El es el único que tiene las llaves de la muerte y del sepulcro. Las llaves son un signo de autoridad. Ha conquistado la muerte. ¡Qué Salvador! ¡Qué Señor! No es de extrañarnos que San Juan lo exaltase como el Señor. ¿Qué era un mero mortal en comparación, aunque este mortal fuera el emperador del Imperio Romano' El sábado era el día del Señor y el día que él (San Juan) guardaría.

El Primero y el Último

El Apocalipsis nos revela a Jesús como al Jehová del Antiguo Testamento. Por ejemplo, en Isaías se denomina a Jehová, el Creador, como "el primero y el último" tres veces.
Isaías 41: 4: "Yo Jehová, el primero y yo mismo con los postreros".
Isaías 44: 6: "Yo soy el primero, y yo soy el postrero". Nótese que el Señor Jehová dice en el versículo 24: "Así dice Jehová tu Redentor". Era Jesús el que hablaba. El es nuestro Redentor, nuestro Señor.
Isaías 48: 12: "Yo mismo: yo el primero, yo también el postrero".
En Apocalipsis se hace referencia tres veces distintas a Jesús como "El primero y el último".
Apocalipsis 1: 11: "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último".
Apocalipsis 1:17, 18: "Yo soy el primero y el último; y el que vivo, y estuve muerto, mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos".
Apocalipsis 22: 13: "Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último".
Se menciona tres veces a Jehová en el cuarto mandamiento.
Exodo 20: 11: "El séptimo día es reposo [sábado], para Jehová tu Dios".
Exodo 20: 11: "Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra... y reposó en el séptimo día".
Exodo 20: 11: "Por tanto, Jehová bendijo el día de reposo [sábado], y lo santificó".
El es el Señor del Antiguo Testamento.
El es el Señor del Apocalipsis.

El Apocalipsis está formado en su mayor parte por citas del Antiguo Testamento.
Jesús fue el autor del Antiguo Testamento (1 S. Pedro 1: 10, 11). El fue el que guió a Israel (1 Corintios 1: 4). El es el Señor, el Señor de todo. Por lo tanto, el Apocalipsis al confirmar que Jesús es el Señor, automáticamente revela que el sábado de nuestro Señor, es el día del Señor. El libro final de las Escrituras puntualiza la gran verdad: Jesús es el Señor.

Algún día, puede ser muy pronto, que "toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor" (Filipenses 2: 11), y "que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla" (Filipenses 2:10), porque "le dio un nombre que es sobre todo nombre" (Filipenses 2: 9). "La divinidad de Cristo es la garantía que el creyente tiene de la vida eterna". (3)

Jesús, nuestro divino Señor afirmó: "El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo [sábado]" (S. Marcos 2:28).
No es una institución judía

Este día no es una mera institución judía. Nuestro Señor lo santificó miles de años antes de la existencia de los judíos. El sábado es el único día que él llama suyo. Es el único día en el que él descansó. Es el único día que bendijo y santificó. El sábado es su día: "día del Señor". Cristo ha colocado su sello permanente sobre él. Habló en once ocasiones diferentes del sábado, pero siempre para corregir las supersticiones que le había agregado los fariseos; nunca para destruirlo.

La actitud de Cristo

El domingo nunca se menciona en ningún lugar de la Biblia como el día del Señor, y el hecho de que años más tarde se lo llamase así no implica que lo sea. Solamente prueba lo apartados que estaban estos cristianos profesos de la verdad cuando tomaron este sagrado título y lo aplicaron a un día de reposo falso. Unos pocos detalles revelarán claramente lo que dice la Palabra del Señor.
1. Nuestro Señor trabajó en domingo (Génesis 1: 1-5).
2. El Señor denomina al domingo como un día de trabajo (Ezequiel 46: 1).
3. El ordenó trabajar en domingo (Exodo 20: 10, 11).
4. Nuestro Señor nunca guardó el domingo
5. Su Padre nunca guardó el domingo.
6. El Señor nunca lo bendijo.
7. En ningún momento se prohibió trabajar en él.
8. Nuestro Señor nunca pronunció ninguna penalidad para los que lo violaran.
9. Nunca prometió bendiciones para los que lo observaran.
10. En las Escrituras nunca se lo denomina con el nombre de día del Señor.
11. No existen constancias de que el Señor lo haya mencionado.
12. El Señor nunca nos pidió que partiéramos el pan en domingo.
13. Nunca nos pidió que lo guardásemos en memoria de su resurrección.

El domingo no es el día del Señor, nunca lo fue ni lo será. El mandamiento del sábado es el sello de la ley de Dios. Lo señala como al Creador y, consecuentemente, como Rey de todas las cosas que él creó.

Autor: Jorge Burnside
Fuente: Ministerio Sello de Dios / Ministerio Adventista de Investigación Bíblica
Referencias: (1) "The Revelation of John", tomo 1, pág. 19, William Barclay, D. D., Profesor de Divinidad y Crítica Bíblica de la Universidad de Glasgow, Escocia. (2) Id., págs. 23, 24. (3) Elena G. de White, El Deseado de Todas las Gentes, pág. 489.

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